Cho Seung-Hui, relato de una tragedia
Cho Seung-Hui era un chico problemático y eso nadie puede desmentirlo, ni siquiera su abuelo, que en una entrevista deja entrever que algo raro pasaba ya tiempo atrás: "Me preocupaba porque desde pequeño era muy callado". Sus propios compañeros incluso le temían, de hecho en 2005 su compañero de habitación contactó con la policía porque veía tendencias suicidas en el estudiante surcoreano. Algunos estudiantes comentan la perversión del estudiante, empezando por los textos que escribía en su clase de escritura creativa. Escribía obras duras, de violencia, pedofilia, difíciles de leer para una persona cuerda; la muerte estaba presente en cada una de ellas como algo rutinario: "Cuando leíamos los relatos de Cho, era como si se tratasen de una pesadilla. Las obras incluían (escenas) violentas macabras y retorcidas en las que se utilizaban armas en las que yo ni había pensado", así rezan los comentarios de Ian McFarlane, ex-compañero de Cho en la universidad.
Las reacciones han llegado desde todas las partes del mundo, políticos de todos los países han expresado sus condolencias y han dado su pésame a las familias de las víctimas de una de las mayores masacres acaecidas en la historia. Hugo Chávez, presidente de Venezuela, país enfrentado con EEUU no ha dudado expresar su repulsa ante este acto y manifestó sus "condolencias al pueblo y a las familias de las víctimas de esta horrible masacre". El secretario general de la ONU Ban Ki-moon, surcoreano al igual que Cho, expresó que este hecho es algo que no se puede permitir y manifestó que "la matanza rampante de civiles inocentes es inaceptable, por lo que lo condeno en los términos más enérgicos." Las reacciones han lleagdo incluso al Vaticano donde el Papa Benedicto XVI rezará por los caídos en la masacre. La gente, en la calle, también se ha escandalizado, capillas ardientes, mensajes de condolencia y un sentimiento común de dolor ante lo ocurrido. De hecho varios miles de internautas surcoreanos expresan sus condolencias a través de los principales portales de Internet en Corea del Sur. Las clases se han suspendido una semana en Virginia Tech y se instalado una capilla ardiente para dar un último adios a las víctimas. En Internet, también se han llorado las 32 víctimas, en los foros se comenta y se realizan preguntas sobre si la seguridad en Virginia era la suficiente, o estaba por debajo.
Hay muchas historias paralelas a este suceso, como es el caso de Liviu Librescu, de 76 años, un profesor israelita, superviviente del holocausto nazi que retuvo a Cho durante unos minutos impidiéndole entrar a la clase. Al final Cho se "deshizo" de la presión de este héroe, que salvó la vida a unos cuantos alumnos que saltaron por la ventana mientras él le retenía. El profesor israelí que murió al salvar la vida a varios alumnos en la masacre de la Universidad Politécnica de Virginia será enterrado en Israel. Al igual que la suya hay otras historias, y treinta dos personas que serán recordadas en el futuro, no por sus virtudes ni sus defectos, sino a costa de la locura y perversión de otra persona.
La historia de Cho y las de las 32 víctimas que se fueron hace unos días ya no volverán, para curiosiosos, aquí dejo un vídeo sobre lo que Cho mandó a la NBC entre los dos tiroteos que realizó. En consecuencia, treinta y tres personas de las que jamás volveremos a hablar del mismo modo, una tragedia para el mundo entero.
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